Después de estar viviendo en Madrid 6 meses, muy poco para la cantidad de cosas que ofrece, recomendaría a todo el mundo que pasara una etapa de su vida en esta gran urbe.
Al principio, es una ciudad que no me gustaba nada, pues yo soy muy dado al mar, pero poco a poco es una ciudad que sin darte cuenta te engancha y ya no quieres salir de ella.
Sobra decir que la oferta cultural, musical y de ocio es extraordinaria, pero Madrid tiene algo mas que eso. Madrid tiene algo que no sabría definir, pero crea una dependencia enorme.
Madrid es una ciudad para patear, callejear, descubrir a tu propio ritmo, y disfrutar. Disfrutar de esos pequeños rincones que la hacen mágica.
Es un lugar que sales y no sabes donde puedes acabar o con quien. Hay millones de personas, y cada cual mas interesante o de un sitio más variopinto.
Pero una de los lugares con las que me quedo de Madrid es con Malasaña, barrio al que tengo mucho aprecio, pues entre trabajo y ocio he pasado la mayor parte del tiempo entre sus callejuelas y baretos. De echo, una parte de mi se ha quedado allí, la otra sigue creciendo sin cesar.
Mi otro lugar favorito es la Gran Vía. Me encantaba pasear desde Callao hasta la Cibeles, por una calle tan significante, soberbia, imperial y estilosa como es la Gran Vía.
Majestuosamente te observa cuando pasas por sus aceras cual hormiga sin igual. Me encanta esa sensación de anonimato cruzándote con cientos de personas en tan corto espacio.
Miles y miles de maneras de vivir se cruzan sin ni siquiera mirarse, tocarse y mucho menos saludarse. Cada uno con su ritmo, cada uno con su vida y sus pensamientos. Esto es Madrid, una gran capital llena de ofertas donde si te lo montas bien, podrás alcanzar tus sueños.
Todo es cuestión de darle una oportunidad a Madrid, y si se la das, seguro que no te arrepientes. Creo que en algún momento de mi vida volveré a vivir en esta maravillosa ciudad.
Gracias Madrid por todo lo que me has dado...
Os dejo algunas fotitos.
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